Como a (casi) todo el mundo me gustan las fiestas (populares). Sean de cualquier religión, lugar o lo que sea. Salvo una. No entiendo (ni quiero), no me gusta, hasta podríamos decir que encuentro ridícula la fiesta de Halloween. Tonta, sin sentido, y sobre todo que no tiene nada qeu ver con nosotros. Aunque por suerte, amigos, no estamos solos. La cruzada esta en marcha. Empieza en Brasil y espero que se extienda a (por lo menos) toda Latinoamerica.
